domingo, 12 de septiembre de 2010

Avances de la nota final...

Empieza la cuenta regresiva. El cielo de claro se torna oscuro. Ellas se asoman por las ventanas y las puertas de los hoteles de alojamiento. Sus puestos de trabajo están cerca pero sus clientes lejos. Los autos particulares pasan una y otra vez y los taxis se detienen para apreciar la oferta sexual del día.

Polleras cotas, shorts ajustados, botas largas, tacones altos y pechos al aire. Un menú que se torna irresistible para todo tipo de hombres hambrientos de sexo. “La mayoría de las compañeras trabajamos en la calle”, dijo Elena Reynaga. Ella es quien dirige la organización AMMAR Capital ubicada en el edificio de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA- Independencia 766.

El objetivo que tienen tanto Elena como sus compañeras de campo es reclamar los derechos que tienen por ser trabajadoras sexuales. La organización cuenta con 11 filiales en todo el país. Y según Reynaga el procedimiento es bastante atípico porque haya o no fondos funcionan de la misma forma.

Su despacho esta situado en el primer piso al fondo. El frío que despide el mármol acapara el edificio. Sin embargo, AMMAR esta iluminado con carteles que fomentan la protección y con gente que día a día lucha para que el trabajo sexual sea digno. Es allí donde se realiza, día a día, el trabajo de campo. Caminan por los barrios, charlan de educación sexual y observan las necesidades de sus colegas.

“Las compañeras pueden llamar, venir, quedarse, trabajar con nosotros porque es su casa”, decía con convicción Elena. Y continuó, “bajar a los barrios es lo que más placer me da, hacer talleres de salud reproductiva, de derechos humanos, de política. Ellas vienen a un bar se sientan y escuchan”.

Mientras ellas trabajan la calle, la policía patrulla el barrio. La oficina de asesoría legal de la Policía Federal Argentina esta situada a pocas cuadras del Congreso de la Nación. Eduardo Schwarz es un abogado que se encarga de la asesoría legal.

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